INTRODUCCIÓN : PARTE I
¿Por qué hay tal cantidad de percepciones erróneas alrededor de la discapacidad?
¿cómo es posible que esté la población en común tan desinformada sobre la discapacidad, sea del tipo que sea?
¿no hay suficiente información? ¿hay desinterés por ésta información? ¿hay interés por no informar?
Al fin y al cabo son personas, y como personas que son, tienen sus necesidades, y al igual que todos, a partir de cierta edad , tienen la necesidad de expresar su sexualidad, e intentar buscar pareja, crear una familia, como cualquier persona sea hombre o mujer, pero, por insólito que parezca, se cruzan con un sinfín de rechazos de la misma sociedad sobre l@s discapacid@s, que puede llegar a impedir que las personas con discapacidades físicas y / o cognitivas, visibles o no, derrumben la posibilidad de mantener relaciones sexuales.
Hay que entender que, la discapacidad está en la mirada del otr@.
Muy poco a poco, con mucho esfuerzo, se va consiguiendo la inclusión, un ejemplo de ello lo tenemos en el desfile de moda, donde los modelos eran personas con discapacidad, en la cual se exhibía ropa interior, masculina y femenina.
Tras haber explorado mucho la relación entre la discapacidad, el entretenimiento y la sexualidad, la sociedad en general al ver o saber de la discapacidad de alguna persona, piensan que eres una persona inferior, que sus problemas en la vida no los puede tener el discapacitad@, ya que lo ven incapacitado para luchar, y ya no hablemos de su capacidad de tener relaciones sexuales, no se lo pueden ni imaginar, y no se dan cuenta que los placeres físicos de la vida son igual de importantes para unos que para otros.
Se ha demostrado que las personas con discapacidad tienen muchas menos probabilidades de tener un socio a largo plazo o casarse que las personas sin discapacidad, aunque esto depende mucho de la cuantía y discapacidad que se padezca. Se ha hecho una encuesta en la cual se le preguntaba a la gente de diferentes edades y sexo si alguna vez habían tenido relaciones sexuales con una persona con una discapacidad física, el 44 por ciento dijo "No, y no creo que lo haría."
Entonces, ¿cómo podemos cambiar la imagen negativa de la discapacidad y la sexualidad que todavía dominan las actitudes de la sociedad? Las personas con discapacidad en sus diferentes tipologías han estado haciendo campaña para el cambio desde hace décadas. A pesar de que no va a ser fácil, el cambio está en camino, pero con ello viene nuevas controversias.
la sexualidad de las personas con discapacidad ha sido suprimida, y, en ocasiones, destruida durante muchos siglos. Se ha visto como algo raro, extraño, e incluso innatural, por suerte hoy en día, en las grandes ciudades, ya comienza a haber personas que ejercen sexo cobrando
Tom Shakespeare , un académico con discapacidad, escribió la política sexual de la discapacidad hace casi 20 años. Sigue siendo uno de los pocos estudios basados en la evidencia en el campo. "Creo que las imágenes de la discapacidad y la sexualidad o bien tienden a presentarlas como personas asexuales o de lo perverso e hipersexual", dice.
La mayoría de la sociedad considera que, un hombre que padece una discapacidad ha perdido el poder sexual debido a su deterioro y su pareja sexual tiene carta blanca para buscar consuelo en otra parte, cuando en realidad, esa sociedad tan cruel, no sabe ni entiende, que esa persona discapacitada suele estar perfectamente capacitado para mantener satisfecha a su pareja, o tener tantas erecciones y excitación como una persona sin discapacidad.
Las mujeres con discapacidad también se han enfrentado a este estigma. En su caso ha sido la sociedad más feroz y cruel, en éste caso casi se da por hecho que el hombre tenga relaciones con otras mujeres, el caso es que la gente no sabe que su pareja lo pueda tener perfectamente satisfecho. Sin embargo, la gente suele tener pena y lástima por él, se le ve como el chico bueno y bonito, que recibe todas las bendiciones….
Las personas con discapacidad también se han estereotipado como hipersexuales, un reclamo utilizado contra las mujeres con dificultades de aprendizaje en particular. En estos casos la gran mayoría de familias han dado el visto bueno para intervenirlas quirúrgicamente y privarlas del hecho que les da la naturaleza de ser madres, éste tema es muy complejo y crea mucha controversia entre los mismos profesionales donde la ética médica choca con la ética moral.
Otro poderoso arquetipo, que tiene ésta sociedad desinformada e inepta en ocasiones, es la capacidad de aceptar que una persona con discapacidad pueda tener una aptitud reproductiva inconsciente-consciente y, a veces, la actitud que nos rodea sugiere que tener una pareja con discapacidad es potencialmente contaminante, ya que podría pasar el "problema" a la siguiente generación.
Éste último tema es muy escabroso, y el caso es que, en muchas ocasiones, opinan los familiares y personas afines a la pareja, dándoles o “ACONSEJANDOLES” que no intenten tener descendencia “por si acaso”, ejerciendo una gran presión social sobre ésta pareja, que acaban acatando lo que dicen los demás.
Las personas con discapacidad han desafiado estos estigmas en muchos niveles, por ejemplo:
las relaciones sexuales no son todas en busca de la procreación.
no todos los impedimentos son heredables
muchas personas con discapacidad aceptan su deterioro y la posibilidad de que pudiera ser transmitida.
En el caso de las personas con discapacidad auditiva consideran que antes de tener hijos, visitan al otorrinolaringólogo, en este caso es el médico especialista quien les dice si, en caso de tener descendencia, puede ser heredada o se les proporciona un porcentaje de posibilidades, y es entonces, cuando la pareja toma una decisión u otra.
La discapacidad no es sólo una metáfora
Con la eugenesia ahora desacreditada, hubo algunos filósofos que opinaban que las personas con discapacidad (junto con los pobres y por lo general “no aptos”) se le debía impedir la cría.
El movimiento de la discapacidad comenzó a desafiar a la sociedad y a las leyes, solicitando derechos propios y obvios, entre ellos los derechos sexuales para personas con discapacidad.
En algunos países donde la legislación en torno al trabajo sexual es permisiva (por ejemplo, Holanda, Alemania, Dinamarca y Suiza), hay una actitud flexible con respecto a los servicios para las personas con discapacidad. En Holanda, como en Dinamarca, los trabajadores sociales piden a los clientes con discapacidad si necesitan alguna ayuda con su sexualidad e incluso pueden financiar un número limitado de visitas de asistentes sexuales o trabajadoras sexuales.
Algunas personas con discapacidad argumentan que el estado debería despenalizar los servicios de asistencia sexual para las personas que no son capaces de tener relaciones sexuales de manera independiente, e incluso financiar a utilizar estos servicios. Otros lo llaman para otras formas de ayuda, como el apoyo de los compañeros sobre temas como la forma de recuperar la confianza sexual después de haber adquirido un impedimento. Existe un amplio consenso en que la educación sexual debe ser más inclusiva en la discapacidad. Y las personas con discapacidad les gustaría desafiar las actitudes negativas que significa que no se ven como parejas sexuales válidos.
FRANCISCO BALLESTEROS
PROU BARRERES
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