CARTA ABIERTA: Discapacitados verdaderos y falsos…
Piquete: ¡Los discapacitados y los simuladores..! En el calendario popular, ahora tan dado a que cada quién inventa el día que le conviene para celebrar algo, aparece una fecha en el mes de diciembre dedicada no a celebrar ni venerar ni honrar, sino recordar social y políticamente a los discapacitados por parte de algunos grupos de verdad interesados en ellos, pero con más interés por parte de las instituciones de los gobiernos federal, estatal y municipal, por aquello de las declaraciones alegres y las fotografías, videos y noticias para todos los medios de comunicación que las publiquen, por el Día de los Discapacitados…
Las discapacidades son tantas entre las congénitas y las que por desgracia sin distingo de personas, ni edades, condiciones políticas o sociales se encuentran en la vida, por aquellos que en este País forman parte de la enorme cauda de los que algo perdieron en sus facultades físicas, orgánicas o cerebrales…
Según datos oficiales, son aproximadamente 6 millones de personas las que se encuentran discapacitadas en nuestro País… Los discapacitados congénitos o de nacimiento, en algunos casos son motivo de atención y preocupación por parte de sus progenitores, familiares o cercanos…
Por desgracia, muchos de estos que por nacimiento llegaron a la vida con alguna discapacidad, han quedado en el abandono…
Otros, los más afortunados, con el apoyo y el cuidado y guía de los suyos han encontrado senderos en la medida de sus posibilidades para poder rehabilitarlos…
Se debe referir que la mayor cantidad de los discapacitados que dan las cifras del gobierno, son como consecuencia de accidentes que van, desde lo doméstico hasta los espacios de tránsito, estudio o trabajo y, en la mayoría de los casos, en las vialidades, por lo cual suman millones los discapacitados por accidentes de tránsito…
Discapacidades lo son la descerebración que prohíja la llamada vida vegetal; la poliomielitis que deja daños irreversibles de por vida, particularmente en los miembros inferiores; la invidencia parcial o total, la sordera parcial o total, que según médicos es la peor de las discapacidades, pues la persona aparentemente está bien pero se encuentra aislada del mundo que la rodea; también son discapacidades el Síndrome de Down, el autismo, los problemas de aprendizaje, del habla, del lenguaje, de la retención de conocimientos; las múltiples enfermedades mentales, la demencia senil, la locura, el Alzheimer, la paranoia, el Parkinson, y tantas más, que la lista y daños que causan son interminables…
Por desgracia, muchos de los que estamos presuntamente normales, olvidamos lo vulnerables que somos y en consecuencia cometemos descuidos o irresponsabilidades que nos pueden llevar a cualesquiera tipo de discapacidad o peor aún, que se la podamos causar a otros seres humanos ajenos a nosotros…
Ante la magnitud del problema de los discapacitados, las instituciones oficiales en la medida de sus posibilidades que por desgracia no son muchas, en razón de los desvíos económicos y las corrupciones, no les queda de otra más que hacer lo que pueden o simular que hacen, para simplemente poder justificar lo que son sus cargas de trabajo y encargos…
En efecto, hay organizaciones, empresas, instituciones y muy contados espacios gubernamentales que tratan de estructurar lugares e instituciones que tengan las condiciones adecuadas para poder atender a unos cuantos de los millones de nuestros discapacitados…
En este maremágnum que causa tristeza por tanto discapacitado, no faltan los simuladores, vividores, que se hacen pasar como tales para sorprender a los que se dejen, ingenuos o no, a fin de obtener lo necesario para el sustento de una vida fácil…
Ni modo, así somos los seres humanos…
Destino es destino y los milagros solamente son consecuencia del credo y la fe… La recomendación en caso de tener alguna persona discapacitada, es tratar de darle en la medida de nuestras condiciones y posibilidades, todo lo que podamos para una vida digna…
Desde luego, no abuse usted de ningún discapacitado en ninguno de los órdenes de la vida…
Respete sus espacios, apóyelos y recuerde siempre, que por la falta de prevención o descuido, en algún momento, tú, usted o alguno de nosotros podemos, por desgracia y Dios no lo permita, llegar a tener alguna discapacidad…
¡A cuidarnos, cuidar y respetar a ellos los discapacitados..!
¡Hasta mañana que será un día más..!
FUENTE: PABLO RUBEN VILLALOBOS
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