lunes, 21 de marzo de 2016

Examen de Abogacía 2016: Una "incidencia" llamada discapacidad


Examen de Abogacía 2016: Una "incidencia" llamada discapacidad

El pasado sábado día 27 de febrero sonó el despertador a las 7 de la mañana. Después de aprobar las PAU, graduarme en derecho por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y cursar el Máster de Acceso a la Abogacía, ese día, con el Examen estatal de Acceso a la profesión organizado por el Ministerio de Justicia terminaba un peregrinaje académico de cinco años y medio para ser abogado. Solicitud bien realizada y examen bien preparado. Hasta aquí todo correcto. Llego media hora antes a la Universitat Politécnica de Cataluña Campus Nord sita en Barcelona donde se hacía dicha prueba y me espera una sorpresa bien desagradable. Resulta que mi aula estaba en la planta superior, dos pisos arriba. Sin embargo, los dos ascensores existentes no funcionaban. 'Qué más da' pensará alguno, ¿no? Pues sí que da porque resulta que hay personas con una discapacidad física como yo que van en silla de ruedasy necesitamos que funcionen.
Es totalmente inaceptable que algo tan básico como dicha infraestructura no esté en correcto funcionamiento, no sólo ese día de examen oficial estatal sino cualquier otro. Además lo indiqué en la solicitud por si acaso. Asuman de una vez que el colectivo de personas con discapacidad física ya no están en casa con su pensión de incapacidad o vendiendo cupones o en un taller ocupacional; opciones que respeto totalmente. Pero déjenme decirles que muchos luchamos con perspectivas ambiciosas dejando al lado si andamos con dos piernas, con una o si vamos en silla de ruedas. Si nosotros optamos por dejar a un lado esto, ¿Quiénes son ustedes para no cumplir con sus meras obligaciones y obstaculizar la autonomía y desarrollo personal de personas cuya igualdad es más formal que material?
Pero no se confundan. Nadie les pide ayudas o beneficios como antaño, sino simplemente que cumplan con sus funciones públicas de tener unas infraestructuras adecuadas, tanto el Ministerio de Justicia como máxima entidad organizadora y supervisora de un examen de carácter oficial como la Universidad Politécnica de Cataluña. Enviar a alguienapartándolo del resto y de su ubicación establecida reglamentariamente por ir en silla de ruedas, que no necesita ninguna adaptación especial en el aula, a una de 'incidencias' (destinada a personas cuya solicitud fue irregular, fuera de plazo o por necesitar alguna cosa en especial en el aula) conlleva una estigmatización y discriminación de las personas con discapacidad en los tiempos que corren. En ese momento supone una descolocación e impotencia considerable y más si se tiene en cuenta que uno va relativamente nervioso. Te separan de tus compañeros, hay que notificarlo a la Comisión Evaluadora para que sus rígidos protocolos lo acepten; tu examen oficial con tu nombre está en tu aula predeterminada y hay que ir a buscarlo para que lo lleven a incidencias, etc. Eso sí, nadie se disculpa ni nadie quiere asumir responsabilidades y tardan un buen rato en solucionarlo, de mientras sigues allí como un bicho raro, incrédulo del espectáculo tan bochornoso que estás viviendo mientras uno se juega su futuro profesional.
Con sus graves descuidos merman a un colectivo entero que seguimos tragando mucha tierra para conseguir nuestros objetivos en una sociedad que aún no es consciente que las personas con discapacidad física no son una incidencia ni algo por el estilo. No se preocupen tanto por la palabra 'discapacidad' o por una silla de ruedas y respeten más nuestrascapacidades y nuestro trabajo cumpliendo el suyo.
AUTOR: Marc Subiron Polo
FUENTE:ELPERIODICO.COM
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