miércoles, 3 de febrero de 2016

DISCAPACIDAD : Albert Llovera, un aventurero sin límites




Albert Llovera, un aventurero 

sin límites

  • La palabra superación se queda corta para definir al andorrano, parapléjico, 
  • que ha corrido su cuarto Dakar
Albert Llovera, un aventurero sin límites
El piloto Albert Llovera durante el rally Dakar 2016 (Robert W. Kranz - Fotoesport)
Superación es una palabra que se queda corta para definir a Albert Llovera, (Andorra, 11 de septiembre de 1966). El mundo está lleno de luchadores que no se cansan y, en un escalón superior, se encuentra él, que ni siquiera se detiene cuando logra lo que quiere.
Llovera tuvo un accidente a los 18 años mientras participaba en la Copa de Europa de Esquí. Un juez suizo en la línea de meta se le cruzó por el camino cuando bajaba a 110 Km. /h. Y su vida cambió. Se le rompieron las costillas del lado izquierdo, el esternón por el medio, una clavícula, un omóplato y lo peor: una lesión medular. Desde entonces, una silla de ruedas ha sido su mejor aliada en cada uno de los pasos que ha dado, que no han sido pocos.
Un accidente de esquí le postró en una silla de ruedas a los 18 años
Con voluntad y perseverancia, jugó al baloncesto, se introdujo en el mundo de los rallys llegando a lo más alto y ha participado en el Dakar. ¿Su último reto? Lanzarse entre las dunas conduciendo un camión.
El camión de Albert Llovera en el Dakar 2016
El camión de Albert Llovera en el Dakar 2016 (Fotoesport)
“Siempre quise tener la oportunidad de subirme a un camión de carreras, y cuando surge la oportunidad, sacas las fuerzas de donde sea”, cuenta Llovera. Y así fue. Se entrenó y aprendió a subir al camión con poleas. Y lo más importante: terminó con toda su familia y amigos dándole su apoyo. “Mi madre siguió el Dakar por internet. Mis amigos son mi familia ilegal. Gracias a todos ellos y a mis propias ganas de salir del agujero negro, estoy aquí”.
Si los días tuvieran 48 horas, yo intentaría que tuvieran 54”
Este año acabó en el puesto 35 en su cuarta participación en el rally más imponente del mundo, pero la historia no termina aquí. Detrás, hay un trabajo humano y una filosofía de vida. Es un aventurero por naturaleza, de los que no se despegan de sus sueños sin aceptar un NO por respuesta. “Yo soy el primero que alucina con lo que estoy haciendo. Si los días tuvieran 48 horas yo buscaría que tuvieran 54. Quiero vivir al máximo”.
Albert Llovera, piloto de camiones en el Dakar 2016
Albert Llovera, piloto de camiones en el Dakar 2016 (Fotoesport)
Soñador y licenciado en auto superación, Albert Llovera no deja de tener su vida cotidiana. “Por las mañanas me levanto y me sitúo. Cuando no compito, voy a mi ortopedia a trabajar. Leo la prensa y sigo”.
Seguir. Ese es su lema. Descarta tener varita mágica para curar el desánimo que se apodera de los discapacitados, pero tiene muy claro que la clave está en avanzar. “Siempre digo que no hace falta ir al Dakar, pero no tenemos que quedarnos en casa sin hacer nada. Hay que salir, ir de tapas, quedar con los amigos y tener paciencia con uno mismo y con la gente que nos quiere ayudar”.
Hay que tener paciencia con uno mismo y con la gente que nos quiere ayudar”
El destino le ha puesto a prueba y gracias a su perseverancia, ha logrado ser un ejemplo para muchos. “Abrí una puerta hace 21 años en ser la primera persona con licencia para competir tras dos años de insistencia y me lo dieron casi por pena. Soy consciente de que no voy a jugar al fútbol ni a la NBA, pero hay otros deportes que sí que puedo. ¿Por qué no estar delante?”.
Albert Llovera en el habitáculo de su camión en el Dakar 2016
Albert Llovera en el habitáculo de su camión en el Dakar 2016 (Fotoesport)
Puede ser que desde aquel desafortunado día, Llovera deba compartir sus aventuras en silla de ruedas. Pero eso no le quita la sonrisa al piloto que mantiene intactos sus sueños. Con garra, con ilusión. Pura valentía. Cuando hablas con Albert Llovera, te das cuenta de que el término ‘discapacidad’ no está en su diccionario.
Albert Llovera mantiene intactos sus sueños, con garra y con ilusión

FUENTE: LAVANGUARDIA.COM
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